El tenista Novak Djokovic atraviesa un momento personal y profesional cargado de cambios. El tenista serbio, ganador de 24 títulos de Grand Slam, tomó la decisión de abandonar Belgrado y establecerse en Grecia junto a su familia luego de quedar en la mira del presidente Aleksandar Vucic. El mandatario lo acusó de “traidor” por expresar su apoyo a las manifestaciones estudiantiles que reclaman nuevas elecciones en Serbia.

Frente a la presión mediática y política, Djokovic eligió trasladarse a Atenas, donde ya inscribió a sus hijos Stefan y Tara en un colegio local y fue visto entrenando junto a ellos en un club de tenis. El cambio de residencia también impactará en lo deportivo: el torneo de Belgrado, del cual es propietario, se mudará a la capital griega y tendrá su próxima edición allí en noviembre.

Pero la mudanza no fue la única novedad. El serbio sorprendió al anunciar su desembarco en el mundo del fútbol como nuevo inversor y copropietario del Le Mans FC, equipo de la Ligue 2 de Francia. Lo hizo como parte de un grupo liderado por el fondo brasileño OutField, integrado además por los expilotos de Fórmula 1 Felipe Massa y Kevin Magnussen. Aunque no trascendieron los números de la operación, el objetivo es impulsar la proyección internacional de un club que celebra sus 40 años de historia y que sueña con volver a la Ligue 1, donde compitió hasta 2010.

Desde la institución francesa valoraron la llegada de Djokovic: “Su fortaleza mental y su enfoque único aportarán un valor añadido considerable”, expresaron en un comunicado. Fanático confeso del Estrella Roja de Belgrado, el actual número uno del mundo ya había mostrado en varias ocasiones su pasión por el fútbol, pero ahora asumió un nuevo rol desde el costado dirigencial.